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Familia

Evita el Mareo en el Coche: Consejos para que los Niños Viajen Tranquilos

KaiKai
14/08/2024 13:35:00

Viajar en coche puede llegar a ser una experiencia muy agradable en familia, sobre todo cuando nos dirigimos hacia nuevas aventuras o visitamos seres queridos. Sin embargo, para muchos niños, el viaje por carretera se puede transformar en un desafío cuando el mareo se presenta. Afortunadamente, con algunos consejos prácticos, podemos hacer que nuestros pequeños viajeros se sientan más cómodos y disfruten del trayecto.

El mareo en el coche, conocido médicamente como cinetosis, ocurre cuando el sistema de equilibrio en el oído interno recibe mensajes contradictorios sobre el movimiento. Los niños son especialmente susceptibles entre los dos y los doce años de edad. Aunque no existe una cura definitiva, sí hay estrategias para prevenir o minimizar los síntomas.

El primer paso para evitar el mareo es planificar el viaje con anticipaciones. Si el niño sabe qué esperar y se siente parte de la aventura, puede experimentar menor ansiedad, algo que sabemos contribuye a la sensación de mareo. Explica la duración del viaje, qué verán por el camino y cuáles serán las paradas.

La posición del niño en el coche es fundamental. Es recomendable que el asiento esté en dirección hacia adelante y que, si es posible, el niño se siente en el centro del asiento trasero para poder mirar hacia delante. Desde allí, su vista se alinea con la dirección del movimiento y esto ayuda a coordinar las señales sensoriales.

Mantener la vista al exterior del vehículo también es una táctica útil. Juegos como buscar formas en las nubes o llevar un conteo de los animales que pueden ver en el camino son maneras de mantener la mirada fija en puntos lejanos, lo que ayuda a reducir la sensación de mareo.

Es importante evitar que los niños lean libros o jueguen con dispositivos electrónicos, ya que estas actividades pueden aumentar la sensación de discordancia entre la percepción visual y el equilibrio.

En cuanto a la alimentación, es crucial que los niños no viajen ni con el estómago lleno ni vacío. Un snack ligero y saludable antes del viaje puede ser beneficioso. Se recomiendan alimentos poco condimentados y fáciles de digerir como trozos de manzana, galletas secas o pequeños sandwiches de pan integral. Durante el viaje, tener a mano snacks y bebidas también es una buena idea, pero hay que optar por agua o jugos naturales en lugar de bebidas con gas o muy azucaradas.

Hacer paradas regulares es otra medida eficaz para combatir el mareo. Una parada cada hora y media o dos horas para que los niños se estiren, respiren aire fresco y realicen alguna actividad física leve puede reestablecer su equilibrio interior y disminuir las náuseas.

La ventilación adecuada en el coche también ayuda. Asegúrate de que haya una corriente de aire fresco en el vehículo; sin embargo, hay que evitar corrientes frías y directas sobre los niños, ya que podría tener el efecto contrario y aumentar la sensación de malestar.

En algunos casos, los padres consideran el uso de medicación para prevenir el mareo. Siempre es imprescindible consultar con el pediatra antes de administrar cualquier medicamento, ya que no todos son adecuados para niños y pueden tener efectos secundarios.

La distracción es, sin duda, una de las armas más poderosas contra el mareo. Contar chistes, cantar canciones o escuchar audiolibros son formas de que el cerebro se centre en otras actividades y olvide el desajuste entre lo que se siente y lo que se ve.

Por último, aunque la tendencia pueda ser la de reñir a un niño por sentirse mareado, es vital recordar que no es algo que se pueda controlar voluntariamente. La comprensión y la tranquilidad transmitidas por los padres son fundamentales para que el niño no se sienta frustrado o asustado por lo que le está pasando.

Viajar en coche puede ser una magnífica oportunidad para crear anécdotas y aprender juntos, y con estas recomendaciones, esperamos que hasta el más sensible de los pequeños pueda disfrutar del camino tanto como del destino. La clave está en prepararse de antemano y adaptar el viaje a las necesidades de los viajeros más jóvenes. Así, con cada viaje, estaremos educando a niños que se sentirán cómodos explorando el mundo, sin importar la distancia a recorrer.

por KaiK.ai